ZEN
El discípulo pregunta:
_ ¿Como haces, maestro para estar en el camino verdadero?
-Cuando tengo hambre como; cuando tengo sueño, duermo.
-Eso lo hace todo el mundo.
-No es cierto, porque cuando ellos comen, piensan en mil cosas a la vez, y cuando duermen, sueñan en mil cosas. Por eso yo me diferencio de ellos y por eso estoy en el camino verdadero.
Se trata de vivir sin artificios, sin elucubraciones mentales, sin temores imaginarios. Vivir libre de las apariencias, entregándose a la acción para realizarse en ella, no evadiendo el problema, sino elevándose por encima de todo problema; sin esperar demasiado ni demasiado poco, sino lo justo; sin detenerse en el barniz de las cosas, sin dejarse maniatar por los conceptos y viviendo tal como uno es.
Todo ser humano tiene su propia cárcel dentro. Para el Zen esta cárcel esta en la mente, esa mente que nos limita.
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